Wednesday, May 14, 2014

Blog 6 - Su muerte


            Después de su tiempo en Norteamérica, Lorca regresó a España durante la caída de la dictadura de Primo Rivera y el restablecimiento del Republico. Su retorno marcó el principio de un periodo en su vida devotada al teatro. En 1931, el fue nombrado el director del Teatro Universitario la Barraca, un grupo de teatro universitario de carácter ambulante y orientación popular. Después de su experiencia en Nueva York, el continuaba criticar la injusticias sociales pero ahora por medio del teatro. Sobre el poder del teatro Lorca dijo, “The theatre is a school of weeping and of laughter, a free forum, where men can question norms that are outmoded or mistaken and explain with living example the eternal norms of the human heart” (Maurer, xiv). Como director, el escribió las obras famosas Bodas de Sangre, Yerma, y La Casa de Bernarda Alba que tenían mucho éxito y criticaban las normas de la sociedad burguesía.
            Durante este periodo, tensiones políticos estaban empeorando entre los Republicanos y los Nacionalistas, los dos grupos que estaban luchando para control de España. Mientras actos de violencia continuaba (como el asesinato de José Calvo Sotelo, un partidario del nacionalistas, por la Guardia de Asalto), Lorca decidió viajar a Granada para refugiarse. Su posición social y sus creencias fuertes en contra de fascismo y los nacionalistas le hizo un blanco obvio para las franquistas. Después de su detención, el fue fusilado por fuerzas nacionalistas el 19 de agosto por la mañana. Todavía hay una controversia sobre los motivos de su fusilamiento. Aunque algunos creen que sus ideas y creencias políticas fueron la razón por su muerte, otros sugieren que su homosexualidad fue el motivo para su asesinato.




Federico García Lorca, (1898 -1936) poeta y dramaturgo español del siglo XX, es reconocido como uno de los escritores de vanguardia con mayor popularidad en su época. Como poeta, sus obras fueron muy celebradas y exploran muchos de los asuntos de la sociedad y la significancia de ser humano. Como una persona marginada, el podía hablar con una perspicacia única que da fuerza y relevancia a sus opiniónes y observaciones.
Su asesinato, un acto brutal y violento, marcó su muerte. Un fin trágico pero irónicamente una buena representación de sus creencias sobre la muerte (un tema principal de sus obras). En su poema, “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías,” un lamento para su amigo, Lorca escribe sobre la idea de muerte y el destino de la vida.
No quiero que le tapen la cara con pañuelos
para que se acostumbre con la muerte que lleva.
Vete, Ignacio: No sientas el caliente bramido.
Duerme, vuela, reposa: ¡También se muere el mar!

Las líneas finales ilustra la inevitabilidad de la muerte. Todo en el mundo, incluso el mar y él mismo, va a morir eventualmente. Pero notablemente, me parece que las palabras y creencias de Lorca han escapado la muerte y continúan a vivir en sus obras hoy en día.

¨What is peculiar to the Andalusian poet is course that he was murdered and that hatred, not poverty or neglect, played an important role in his physical annihilation and the ultimate anonymity of his body. A paradoxical end to a life, which, according to all those who knew him well, radiated friendliness and love.¨ (Durán and Colecchia, 1)


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